Con un poco de retraso en cuanto a fechas hoy en Paseo por lo rural hablamos del Martes Mayor 2014 de Plasencia. Un lugar en el que se unen las tradiciones más arraigadas de las tierras de Extremadura y otros encuentros más relacionados con la actualidad y las nuevas tradiciones.
El primer martes de agosto de cada año se celebra el Martes Mayor de Plasencia, esta es una fiesta que está declarada de Interés Turístico Regional, una tradición de más de cuarenta años, que se viene celebrando desde finales de los años sesenta. Una tradición que busca superarse, ya que desde hace años se busca conseguir la declaración de Interés Turístico Nacional.
Esta fiesta se basa en los orígenes del mercado que cada martes se lleva a cabo en la Plaza Mayor desde finales del Siglo XII, coincidiendo con la fundación de la ciudad. Cada martes se realiza un mercado con productos hortícolas, frutícolas y ganaderos (frutas, verduras, hortalizas, quesos, etc.). Para darle mayor relevancia se tomó la tradición de que el primer martes de agosto de cada año se celebrase el Martes Mayor, llenando las calles de detalles medievales en homenaje a lo que fue en su origen.
Se rinde un homenaje a las comarcas del entorno de Plasencia, ya que esta era la ciudad de referencia para todos los mercaderes que se acercaban a vender su producción, y a su vez referencia para los habitantes de alrededor que se acercaban a comprar los productos o simplemente a pasar el día en la ciudad, ya que según he llegado a escuchar el mercado de los martes era similar a una fiesta un día de cada semana. Las calles se llenaban de vida y se producían encuentros entre personas de todos los lugares. También es un homenaje a los agricultores, ganaderos, artesanos y comerciantes.
Es tradición que en esta fiesta se sucedan el son de la flauta y el tamboril por las calles, los cánticos tradicionales, recuperando antiguas letras de canciones que, si no fuese por estas personas que se encargan de rescatarlas, caerían en el olvido. Otro sonido tradicional es el de los pequeños botijos en forma de pájaro, que al llenarlos de agua y soplar emiten un sonido similar al canto de un pájaro. Principal atracción de los niños. Para fomentar la decoración de los puestos de frutas y hortalizas, artesanía, etc., también se hacen concursos para saber cual es el mejor puesto.
Saliendo de la tradición cada Martes Mayor se realizan actividades paralelas, como pueden ser los conciertos en la Plaza Mayor los días previos a este. Este año tuvimos la suerte de contar con el gran guitarrista y fusionador de flamenco y blues Raimundo Amador, que dio un concierto lleno de improvisación y cargado de blues y temas de Jimmy Hendrix, o de la cantante de pop Edurne, conocida de Operación Triunfo -no daremos opinión porque hay que respetar los gustos, pero…-.
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Hay personas a las que les cuesta aceptar estas mezclas tan sin sentido a veces, mezclas entre lo tradicional y algo festivo. Vivimos en un mundo de cambio en el que las tradiciones se están dejando perder y aparecen otro tipo de cosas. Tal vez dentro de cincuenta o sesenta años un concierto sea tradición y existan otro tipo de actividades más ‘nuevas‘.
De momento las tradiciones que pretendemos conservar solo se trasmitían de manera oral, y es por ello que tenemos que detenernos a mirar y sobre todo a escuchar. Comprender el porqué de los rituales que nuestras abuelas realizaban, aprender como se hacía, y retenerlo todo, tratando de escribirlo, conservarlo, guardarlo y seguir trasmitiendo.
La tradición cultural es uno de los principales tesoros que tenemos como ser humano, y el que nos hace crecer y observar como ha ido surgiendo el cambio.